El Capitán Benoslau fue un soldado de la Infantería de la Unión de Repúblicas Independientes y miembro de la Decimoquinta Caballería de Furlin. Él fue el comandante que acepto la rendición de Anvil Gate.
Biografía[]
Asedio de Anvil Gate[]
“ | Pero estábamos hablando... | „ |
—Ultimas palabras de Benoslau después de que Hoffman fingiera su rendición y atacara a Benoslau y a su hombre. |
Durante el Asedio de Anvil Gate, Benoslau comando la Decimoquinta Caballería de Furlin. Cuando el comandante de Anvil Gate, Victor Hoffman, contacto con el mayor Toly y ofreció rendirse, Toly acepto, y envió a Benoslau para aceptar la rendición del fuerte. Benoslau lidero su compañía de docientos hombres a la puerta del fuerte, la cual se abrió para ellos. Hoffman recibió a Benoslau, quien se sorprendió de la devastación de la ciudad. Una vez que se recupero, él saludo a Hoffman y le dijo que la URI respetaba su decisión de rendirse. Hoffman le dio su Lancer, y se rindió el fuerte, y él le pregunto a Benoslau si ellos podían ir a un lugar privado para discutir sobre el trato de sus hombres y de los pocos civiles que no habían sido evacuados. Benoslau estuvo de acuerdo, y le ordeno a su compañía que comenzara a extenderse y asegurara la ciudad. Hoffman lo llevo por la ciudad, Benoslau estaba horrorizado por todo lo que veía. Una vez que llegaron a la oficina de Hoffman, Hoffman les pregunto si podía mantener la radio de sus hombres abierta, y Benoslau le permitió, y le ofreció una botella de agua. Benoslau y su asistente comenzaron a recibir los documentos oficiales preparados para la rendición, y le ofreció transportar a todos sus Gears heridos y enfermos a unas estaciones medicas instaladas en el campo, pero fue interrumpido cuando se entero de algo que susurro Hoffman. Él le pregunto que es lo que había dicho, pero fue impulsado a través de la sala por una explosión. Él se arrastro por el suelo para tratar de llegar a su arma, pero no la pudo encontrar. Benoslau vio a Hoffman parado sobre él con arma, y se horrorizo por que Hoffman había roto su palabra. Hoffman le disparo dos veces, matándolo.